parabrisas

Del impacto a la rotura (PARTE I)

¿Sabes cómo, cuándo, dónde y por qué se generan los impactos en el parabrisas?

  • Con la suficiente velocidad, cualquier objeto puede ser como una bala.

Los más de 20 años de trayectoria en nuestro país haN hecho de Carglass® el auténtico especialista en la reparación y sustitución de lunas de automóvil. Además, el Grupo Belron® ha encargado numerosos estudios a diferentes universidades e institutos para llegar al máximo conocimiento en esta materia y cuenta con su propio departamento dedicado a la investigación y el desarrollo (Belron Technical). Aquí te explicamos más sobre este apasionante tema.

¿Por qué se produce el impacto sobre el parabrisas?

Aunque las carreteras están diseñadas con caídas hacia los laterales para facilitar que el agua fluya sin estancarse y que arrastre los posibles restos de suciedad, hay algunos elementos que pueden permanecer en el asfalto y que pueden convertirse en auténticos peligros para los parabrisas de los automóviles: como, por ejemplo, los que caen de los vehículos de carga o los restos procedentes de la gravilla usada en las obras del asfalto o, con el tiempo, de su propia degradación. 

Estos elementos pueden caer o salir despedidos del neumático del vehículo que nos precede convirtiéndose en auténticos proyectiles. Un estudio reveló que la construcción de nuevas carreteras y las reparaciones llevadas a cabo por la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica en 2010 provocó un notable aumento de parabrisas dañados. Es curioso comprobar cómo la reparación y construcción de carreteras es justamente uno de los factores que más daño provoca a los parabrisas.

Resumiendo, podemos decir que las inundaciones y los corrimientos de tierra, las obras de construcción y/o reparación del asfalto y que la circulación de camiones de carga son los principales elementos que pueden provocar que haya gravilla sobre el asfalto. 

¿En qué zona de España se producen más impactos?

En el año 2009 Carglass® realizó un estudio con el RACC para determinar la incidencia de daños en los parabrisas por comunidades autónomas. Gracias a este estudio, se llegó a la conclusión que en las Comunidades Autónomas con mayor densidad de vehículos la siniestralidad de los parabrisas es inferior que en las comunidades con menor densidad de vehículos. Esto se debe, seguramente, al mejor mantenimiento que reciben las carreteras con una mayor circulación, ya que las Comunidades Autónomas que reciben más inversión por kilómetro de carretera tienen una siniestralidad de los parabrisas más baja.

Este estudio también demostró una relación entre la baja calidad del asfalto y el aumento de la siniestralidad de los parabrisas. En el momento del estudio, el promedio de la siniestralidad del parabrisas en España se situaba en un 6%. La comunidad con un mayor índice de siniestralidad era Castilla y León, con un 8,7%, mientras que Baleares se situaba al final de la lista, con un 1’9%.

¿El clima influye en los siniestros de los parabrisas?

El estudio también concluyó que el clima es un factor determinante en la siniestralidad de los parabrisas. En verano e invierno es cuando más parabrisas se rompen ya que las elevadas diferencias térmicas provocan grandes tensiones en los cristales. Unas tensiones que pueden terminar en rotura en caso que la luna del automóvil tenga un impacto. 

Además, el asfalto se hiela en muchas zonas en invierno y en verano se dilata con las altas temperaturas, lo que provoca que aparezcan grietas por las que se cuela el agua. Un agua que rompe aún más el asfalto al helarse en invierno y que, al filtrarse a las capas subterráneas, puede hacer que el asfalto ceda ante la presión del paso de los vehículos, provocando cavidades.

Hay otros asfaltos que no toleran bien las altas temperaturas. Por ejemplo, en el Reino Unido están empezando a utilizar uno diferente, porque el que se empleaba hasta ahora, comienza a derretirse a 50 ºC de temperatura y con el calentamiento global estaban empezando a tener problemas en muchas zonas.
 

Una pequeña piedrecita para el asfalto; un gran problema para el parabrisas

Una pequeña piedrecita de poco más de un gramo de peso puede desencadenar enormes fuerzas y acabar golpeando el parabrisas de nuestro coche provocando un impacto y una posible rotura. Y es que, con la suficiente velocidad, cualquier objeto puede ser como una bala. Que se lo pregunten a los astronautas de la Estación Espacial Internacional ISS, que vieron cómo un minúsculo resto de basura espacial provocó un impacto en una de las ventanas de la nave. Según la Agencia Espacial EuropEa (ESA), el objeto que provocó el impacto fue una escama de pintura o un fragmento de metal no más grande que unas milésimas de milímetro. Pero a una velocidad de 34.500 km/h, fue capaz de provocar un impacto de 7 milímetros de diámetro en un cristal ultra resistente de cuatro capas de vidrio de borosilicato.

¿Hay partes del parabrisas más vulnerables que otras? 

Los estudios del Grupo Belron® a nivel mundial reflejan que el mayor porcentaje de impactos se producen en el tercio inferior del parabrisas (un 56%) y en el tercio central (un 44%). No hay apenas diferencias entre los tercios izquierdo y derecho y sí una pequeña ventaja en el tercio central, que recibe más impactos que la parte superior del parabrisas.

Fernando Minaya, Asesor de FESVIAL y profesor en la Escuela Técnica Superior de ingeniería Civil de la Universidad Politécnica de Madrid, nos da algunos datos sobre los grandes efectos que puede tener en el parabrisas el impacto de una pequeña piedra: 


“Imaginemos un supuesto en el que una piedra de 1,3 gramos de peso sale despedida del neumático de un camión a 30 km/h, impacta contra un coche que rueda a 120 km/h y la piedra se desintegra en el impacto. La brutal desaceleración que sufre el pequeño resto de gravilla sería del orden de 8 10^4 m/s2 (8000 g) y su fuerza F de 11,2 kg/cm2. La piedra realizaría la misma fuerza sobre el coche, que el coche sobre ella, la diferencia es la deceleración, que es casi un millón de veces mayor. Y es que la deceleración de la pequeña piedra, nada menos que 8.000 g, contrasta con la del coche, que apenas llega a 0,01 g”.

Los parabrisas de los vehículos modernos generalmente tienen alrededor de 5 milímetros de espesor (dos capas de 2 mm y el laminado entre ellas de 1 mm). Cuando un objeto impacta en el cristal se genera una marca en forma de estrella, cada una es diferente en tamaño y orientación, pero siempre se compone de múltiples micro-grietas que irradian desde el centro, cada una de las cuales puede crecer y agrietarse aún más.

Autor: Carglass®
Fecha de publicación: 24/02/2022

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