Impactante campaña de la DGT: “Vivo o muerto”

“En un accidente de tráfico, ¿quién prefieres ser? ¿Quién vive o quien muere?”. De esta forma tan dramática e impactante arranca la nueva campaña de la DGT, entre la vida y la muerte. El objetivo es sensibilizar y concienciar al conductor con una aproximación brutal al tema sin suavizar la dureza de la realidad.

Con esta campaña de impacto, la agencia de creatividad McCann pretende provocar un necesario debate social en torno a los accidentes de coche. Es un avance necesario como preludio a las modificaciones que se prevén en la regulación vial para reducir el nivel actual de siniestralidad.

El objetivo de la campaña “Vivo o muerto” es devolver al debate público de actualidad, los accidentes de tráfico con la motivación de que los conductores no olviden su responsabilidad al volante. Conseguir que todos tomemos conciencia de que cualquier pequeña distracción, o error en carretera puede tener dramáticas consecuencias para nuestras vidas.

Los anuncios muestran la dura y trágica realidad del “después” de un accidente de tráfico desde dos perspectivas tanto si sobrevives como si falleces siendo responsable. Son anuncios muy realistas que pretenden concienciar alcanzando la sensibilidad de las personas. Por esta misma razón, no dejan indiferentes a nadie y se ha suscitado una interesante polémica alrededor de esta campaña. Te presentamos las dos caras de la moneda:

Defensores de la campaña

Para los defensores de este tipo de campañas publicitarias, el realismo hasta cierto punto desagradable de los anuncios es un mal necesario. Quizás la única forma de que la gente reaccione y se lo piense dos veces cuando está al volante. Su visión es que cuanto más duras sean las imágenes y toquen la fibra sensible del personal, mejor y más efectivas serán.

Por otra parte, según los defensores de la última campaña, las cifras reclaman un enfoque más directo y difícil de ignorar.  En 2017, la cantidad de muertos en la carretera alcanzó la cifra de 1.200 y tampoco se puede obviar la elevada cantidad de heridos que en 2017 fueron un total de 4.837. Estas cifras son las terribles consecuencias de un incremento de un 3% de accidentes en carretera con respecto al año anterior.

Para los que se posicionan a favor de estas campañas de la DGT los paños calientes mejor dejarlos a un lado cuando se trata de salvar la vida. Vivimos en la era de la distracción, hay tantos estímulos a nuestro alrededor, que es difícil captar la atención de la sociedad ante un problema que empeora cada año. Ir directamente al grano presentando situaciones que despierten la empatía de la sociedad, es un duro reto, pero, según este grupo de personas, necesario. El fin justifica los medios…

Detractores de esta campaña

Para los detractores de este tipo de campañas, el realismo es excesivo, desagradable, cruel e innecesario. Se plantean hasta qué punto son efectivas estas campañas. ¿No es posible que con estos anuncios tan dramáticos terminemos por volvernos insensibles del todo?

Comparan este tipo de publicidad con las campañas de las ONGs en las que se pretende tocar la fibra sensible mostrando las penalidades que se sufren en ciertos países pobres. Según este grupo de personas, el efecto de esta publicidad se pierde cuando se repite la fórmula en varias ocasiones, insensibilizándonos ante el problema.

Dudan, así, sobre la efectividad real de la campaña. Afirman que las personas disponemos de una gran capacidad autocomplaciente de mirar hacia otro lado, considerando que “eso no me va a pasar a mí”, por ello, no nos identificamos con el problema por muy duro que sea el mensaje o explícitas las imágenes.

Desde la DGT se reafirman en la necesidad de esta impactante campaña para concienciar a las personas. ¿Y tú? ¿con qué grupo te identificas? Cuando se habla de salvar la vida, ¿está todo permitido?