Roturas de la luna que parecen inexplicables

Vas a coger tu coche como cada día y de repente… ¡te encuentras con una luna rota! No recuerdas haberte dado ningún golpe ni has sufrido ningún accidente. ¿Se ha roto por arte de magia? Te podemos garantizar que no, ya que existen diversas causas por las que el cristal de tu coche está roto y no te has dado cuenta hasta ahora. ¿Quieres saber por qué ha podido ocurrir?

Si de la noche a la mañana te has encontrado con una rotura en la luna de tu vehículo y no sabes a qué puede ser debido, ante todo no desesperes. Aunque seas muy precavido al volante, algunas situaciones pueden llevar a que el cristal de tu coche se fracture y en el momento ni siquiera lo notes. Por eso, cuando te das cuenta de ello te resulta inexplicable y piensas qué habrá podido pasar para que esto ocurra.

 

Causas de roturas de la luna

 Un impacto al volante, aunque sea leve

Aunque la causa más visible y notoria de la rotura de las lunas es un golpe al volante, no es la única. Generalmente, cuando se produce un fuerte impacto y una de las lunas se rompe, rápidamente te das cuenta.

Sin embargo, un golpe no tan aparatoso y del que apenas te hayas percatado puede desembocar en un cambio total de la luna si no lo solucionas lo antes posible. Quizás pienses que tan solo ha sido una pequeña fisura y que no reduce tu visibilidad, pero si lo dejas pasar es más que probable que vaya a más. Lo mejor es repararlo o sustituirlo si se encuentra en el campo de visión del conductor.

 

 

 

El choque de algún objeto contra el parabrisas a alta velocidad

Cuando conducimos a gran velocidad es muy frecuente que algún elemento extraño, como la gravilla del asfalto, choque contra el parabrisas. Cuando conducimos estas pequeñas piedras se proyectan continuamente en nuestra luna de manera casi imperceptible. Los impactos de gravilla pueden llegar a provocar una reducción de la resistencia de la luna, por lo que, si ves que esto ha provocado alguna fisura en el cristal, deberás dejar su reparación en manos de profesionales y así evitarás tener que sustituir totalmente la luna.

 

Cambios bruscos de temperatura

Otro de los motivos que puede provocar que tu luna se quiebre sin darte apenas cuenta es un cambio brusco de temperatura. Como de momento no hay nadie que pueda controlar el clima, pero lo que sí que puedes hacer es que la temperatura entre el interior y el exterior del vehículo no sea radicalmente opuesta. Si vas a activar la calefacción o el aire acondicionado dentro de tu coche, procura no dirigir las corrientes de aire directamente a la luna delantera para evitar posibles daños. Además, si ya se ha producido un impacto en el parabrisas, puede expandirse hasta llegar a romper totalmente el cristal.

 

Intento de robo

Finalmente, aunque se trata de un caso menos común, puede darse que algún intento de robo o de reyerta haya provocado que tu luna esté rota. Si han tratado de robar tu coche, habrán intentado romper las lunas laterales o la luneta trasera térmica; de modo que, si encuentras la rotura en una de ellas, esta puede ser la causa de lo sucedido.

Como ves, todas las roturas de la luna tienen alguna explicación y ninguna forma parte de un desafortunado truco de magia. Por eso, ante el mínimo impacto o fisura, acude a Carglass®, donde repararemos tu luna para evitar problemas mayores y para que tu conducción sea lo más segura posible.

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