Siempre estás atento a cualquier arañazo que pueda aparecer en la carrocería. Sueles lavar el coche al menos una vez a la semana para que luzca resplandeciente. Has invertido el sueldo de un mes en comprar un nuevo equipo de música… Sin embargo, ¿has reparado también en el estado de la luna delantera? Aunque el parabrisas no es el elemento que más destaca del coche, ¡ni te imaginas la importancia que tiene en tu seguridad!
Puede parecer increíble, pero las lunas aportan gran parte de la resistencia de la estructura del vehículo. Además, aunque no siempre le prestes la atención que se merece, el cristal delantero es determinante en el funcionamiento del airbag y permite que los sistemas automáticos de seguridad activa hagan su función.
¿No crees que son motivos más que suficientes para mantener el parabrisas siempre impoluto? La conservación y los cuidados de la luna delantera son fundamentales para disminuir los riesgos al volante y alargar su vida útil, así que tú decides…
Recomendaciones para cuidar el parabrisas
Ya sabemos que hay tareas que nos resultan muy engorrosas y que preferiríamos estar haciendo cualquier otra cosa antes que ponernos con ellas. Sin embargo, tenemos una fórmula secreta para realizar este tipo de trabajos sin apenas darnos cuenta. ¿Te interesa? No hay más misterio que interiorizarlas dentro de nuestra rutina y eso es, precisamente, lo que debemos hacer con los siguientes tips para conseguir que el parabrisas permanezca intacto durante mucho más tiempo:
1. Cuidado al quitar el hielo
Ahora que el invierno está más cerca, es importante recordar que el agua caliente y el aire de la calefacción a una temperatura elevada están totalmente prohibidos para descongelar el cristal, sobre todo si tiene un impacto. Para evitar roturas prematuras, lo más aconsejable es utilizar una rasqueta de plástico, así como rociar alcohol sobre la luna. En el caso de que seas un fiel seguidor de los productos milagro, en el mercado puedes encontrar un spray descongelante que permite que el hielo se derrita rápidamente.
2. Ojo con los cambios de temperatura
Los saltos térmicos entre la cara interna y externa del parabrisas son una de las principales causas de la aparición de grietas en el vidrio. Por ello, aunque haga un frío gélido o un calor sofocante, piensa en la luna delantera y evita poner la temperatura del habitáculo en el extremo contrario de los grados que haya en la calle. Mucho mejor si el ambiente del interior va cambiando de forma progresiva.
3. Momento de cambiar el limpiaparabrisas
Si ya han pasado más de 12 meses desde la última renovación de este elemento, lo más probable es que, de forma inconsciente, estés rayando la luna al activarlo. Como no querrás que esto ocurra, lo más recomendable es cambiar las escobillas cada 6 meses o un año, o justo antes de que comience la época de lluvias en el sitio donde vivas.
4. Respetar la distancia de seguridad
Este consejo está mucho más relacionado con la prolongación de vida del parabrisas de lo que crees. En muchas ocasiones, circular muy pegado al coche precedente puede derivar en que la gravilla que sale de sus neumáticos, impacte directamente en la luna delantera. Además, manteniendo la distancia de seguridad, dispones del espacio suficiente para frenar en caso de emergencia.
5. El taller como el mejor aliado
Si detectas cualquier rotura o impacto en el parabrisas, es motivo más que suficiente para acudir rápidamente a un centro especializado en lunas. De lo contrario, una pequeña rotura puede convertirse en una grieta mayor, con el consiguiente riesgo que supone para tu seguridad y las molestias que puede causarte la sustitución del cristal en lugar de la reparación.
En nuestros centros Carglass estaremos esperándote con los brazos abiertos y no te preocupes si hasta ahora no has procurado la atención que necesita el parabrisas de tu coche. Nosotros te ayudamos a que siempre circules con total visibilidad
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