¿Qué es el Freno Motor y Cómo Utilizarlo al Conducir?

En algún momento habrás oído hablar del freno motor, y aunque no acabes de tener claro el concepto, seguro que sí has escuchado en qué consiste. ¿Has notado que, sin pisar el acelerador, reduces una marcha y baja la velocidad del coche con un consecuente aumento de revoluciones? Aquí entra en juego el freno motor. Durante estas líneas profundizaremos en qué es, cuáles son sus ventajas y desventajas, y por supuesto, cómo utilizarlo correctamente durante la conducción. 

 

¿Qué es el freno motor?

Primero de todo hay que señalar que el freno motor no es una pieza en sí misma, sino un concepto que relaciona la caja de cambios del vehículo con la presión ejercida en el pedal del acelerador. La forma más clásica de frenar es utilizando el pedal de freno, y por tanto, activando las pastillas contra los discos con tal de reducir la velocidad. En este caso si utilizamos la técnica del freno motor, no tocamos ningún pedal, reducimos marchas

Si nos imaginamos al volante por una autopista, cuando pisamos el acelerador, estamos dando una potencia al motor que este traslada a la transmisión quien lo lleva a las ruedas para aumentar la velocidad o mantenerla. Llega el momento de reducir velocidad para coger una salida o hay tráfico más denso. Lo más rápido sería accionar el pedal de freno, sin embargo, existe la posibilidad de levantar el pie del acelerador según te acerques. En este momento, en el que estás conduciendo con una marcha alta, la velocidad tiende a ser mayor que la presión de la caja de cambios. Por lo que a medida que vayas reduciendo marchas, tu vehículo reducirá la velocidad por sí solo. 

Al no tocar ninguno de los pedales, el motor continúa girando y se mantiene conectado a las ruedas por la transmisión. Este rozamiento generado por todas las piezas, provoca que la velocidad del coche baje. Eso sí, cada vez que pises el embrague, la caja de cambios no actuará y en consecuencia, no frenará. 

 

Utilizar el freno motor correctamente

Saber cuándo y cómo accionar el freno motor es muy importante, no solo por tu seguridad al volante, si no también para sacar el máximo rendimiento a tu coche y mantenerlo el máximo tiempo posible. Utilizar el freno motor o no dependerá del régimen del motor al que estés circulando en ese momento. 

Si estás conduciendo con el coche muy revolucionado y reduces marcha, seguramente consigas pasar de vueltas el motor lo cual puede tener graves consecuencias. Como, por ejemplo, una rotura de alguna pieza mecánica importante. Por ello, se suele recomendar la utilización de esta técnica cuando se circula poco revolucionado, ya que así aseguramos que el coche pueda asumir sin problema el nuevo régimen de giro del motor. 

Existen diferentes formas de utilizar el freno motor en función del terreno y que deben ser consideradas para hacer uso de la técnica correctamente:

Subida

Por lógica en una pendiente no se utiliza el freno, pero sí que el freno motor hace su trabajo. Si estás subiendo una pendiente pronunciada, sueltas el pedal del acelerador y no frenas, la relación de engranajes sucede y el vehículo empieza a reducir velocidad. En cambio, si pisaras el embrague, la inercia haría que el coche continuara subiendo, pero si no levantas el pie, acabaría yéndose hacia atrás. 

 

Sin inclinación

Este es el momento más interesante para hacer uso del freno motor. Adecuado a conducción por ciudad o en atascos donde accionamos el freno constantemente. Lo más recomendable si sabes dónde te vas a tener que parar exactamente, es poner segunda y jugar con el pie en el acelerador según donde se encuentre el punto de hacer la detención. Si es cerca, mejor poner primera y no superar los 15 km/h.

 

Bajada

Aquí el uso del pedal de freno suele ser más necesario. Si la velocidad a la que circulas es baja, lo ideal es reducir la marcha a la vez que pisas ligeramente el freno. Si por el contrario, la velocidad es alta, se deberá pisar el pedal más tiempo y reducir progresivamente. 

 

Ventajas y desventajas de usar el freno motor

Hacer uso del freno motor es una técnica que cualquier conductor debe conocer y aprovechar sus múltiples beneficios. Las principales ventajas son:

 

  • El consumo de gasolina es menor, ya que si se realiza correctamente no se inyecta gasolina vía pedal. De hecho, es uno de los 5 consejos que siempre solemos utilizar para una conducción mucho más eficiente. 
  • Evitas el desgaste de las pastillas de freno y discos, por lo que lo notarás en el mantenimiento del vehículo. Aunque si quieres saber cuál es el momento perfecto para cambiar las pastillas de freno, siempre puedes echarle un vistazo a nuestro artículo: ‘Cómo saber si las pastillas de freno están gastadas’.
  • Efectivo en bajadas y al retener el automóvil con las marchas, no se pierde tracción. 
  • Mayor comodidad y una conducción más suave y natural.

 

Como todo no podía ser bueno, hacer uso del freno motor también tiene sus desventajas, aunque relacionados con un uso incorrecto. Desgastar prematuramente el embrague del coche o provocar una rotura de alguna pieza importante por revolucionar excesivamente el coche, son los inconvenientes más importantes a tener en cuenta. 

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