¿Qué es la cilindrada?

 

 

 

Seguro que más de una vez te has preguntado qué es la cilindrada de un motor. La cilindrada de un motor es uno de los conceptos más importantes de un vehículo, en tanto que entronca directamente con otros conceptos como los de par motor o el rendimiento del mismo. Y mucho ojo a esto, ya que un motor con menor cilindrada puede obtener el mismo o mayor rendimiento que otro de mayor cilindrada debido al peso que debe mover o a otros elementos accesorios que el avance de la tecnología ha traído a la industria automovilística.

Es decir, es obvio pensar que un autobús o un camión contarán con motores cuya cilindrada es muy superior al de un utilitario. Sin embargo, en términos de rendimiento (que no de potencia), el utilitario será superior. Esto se debe a que el camión necesita una cilindrada y potencia mayores, con un par motor superior, para ser capaz de mover un peso muy superior al que debe arrastrar el utilitario. 

¿Qué nos dice la cilindrada de un vehículo?

Empecemos por lo básico: un motor de combustión interna (los vehículos eléctricos, por su tecnología, carecen de esta estructura) consta de varios cilindros que son los encargados de ‘mover’ el resto de elementos de la propulsión de un vehículo mediante un proceso de combustión. ¿Cómo se consigue? 

Para entender qué es la cilindrada de un coche, es un concepto fundamental: la cámara de combustión tiene una capacidad determinada para una cantidad de mezcla de aire + combustible, que mediante su encendido y compresión generan movimiento. Esto, claro, explicado a grandes rasgos.

Pues bien, si aún te estás preguntando qué es la cilindrada de un vehículo, la respuesta es muy sencilla: la suma del volumen de esta cámara en todos los cilindros del vehículo es lo que comúnmente se conoce como la cilindrada. Su unidad de medida, que seguramente te suene, son los centímetros cúbicos expresados mediante la abreviatura cc.

A mayor cilindrada, ¿mayor rendimiento?

Esta afirmación puede que fuese cierta antes, pero la industria automovilística y el avance de la tecnología aplicada al mundo de la automoción han hecho que cada vez sea mucho más relativa. Aún hoy, es muy común asociar un rendimiento y velocidad mayores a un vehículo de mayor cilindrada en detrimento de otro con menos número de cilindros o cubicaje, pero se deben tener en cuenta otros elementos igual de importantes para evaluar el rendimiento de un coche. 

Antes, y siempre teniendo en cuenta que comparamos mismo segmento de vehículo (de nada sirve comparar el motor de un camión con el de un compacto), un motor de gran cilindrada siempre nos permitía un mayor rendimiento a menos revoluciones. Esto se debe a que, gracias a un mayor volúmen de las cámaras de combustión en los cilindros, nos permite quemar una mayor cantidad de aire y combustible. Eso sí, a costa obviamente de una penalización del consumo para obtener este mayor rendimiento.

Sin embargo, el avance de la tecnología y la inclusión de tecnologías como los sistemas de inyección o elementos como el turbocompresor han conseguido que los fabricantes de vehículos consigan un rendimiento igual o superior de sus bloques motor con una reducción de las cilindradas. Además, en los últimos años, estamos asistiendo no solo a la reducción de dichas cilindrada, sino también a la construcción de motores con un menor número de cilindros al que nos tenían acostumbrados (los famosos motores tricilíndricos).

¿Cómo mejorar el rendimiento de un coche?

Después de entender qué es la cilindrada de un vehículo, ya te hemos avanzado en el apartado anterior cómo los fabricantes son capaces de incrementar el rendimiento de un vehículo sin penalizar el consumo con un aumento de la cilindrada. En este apartado, entra en juego el concepto de par motor: la fuerza que el motor transmite al cigüeñal para girar el eje de la transmisión. 

En dicho concepto de par motor tiene mucho que ver la energía que es capaz de generar el proceso de combustión que tiene lugar en los cilindros. Por supuesto, a mayor cilindrada, mayor par motor…a cambio de más combustible, claro. Sin embargo, esta relación de compresión puede aumentarse también mediante otros sistemas de compresión adicionales como son los turbos y los compresores. Eso sí, una cosa está clara: un mayor número de cilindros siempre va a asegurar una entrega de potencia mucho más suave y lineal, reduciendo vibraciones.

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