¿Por qué debemos usar productos específicos para limpiar las lunas?

Si alguna vez has utilizado cualquier líquido para retirar la suciedad de los cristales del coche, te recomendamos que desde este momento no lo hagas más. Ya sabemos que el día a día está marcado por las prisas y que la limpieza de las lunas del vehículo queda relegada a un segundo plano. Sin embargo, debido a la importancia que tiene el parabrisas y el resto de cristales en la seguridad durante la circulación, conviene tomarse el tiempo necesario para realizar un correcto mantenimiento.

Además de reducir la visibilidad, ¿sabías que el cúmulo de suciedad también puede dañar las lunas? Por ello, para que los cristales de tu vehículo no se queden manchados para siempre y al mismo tiempo, el limpiaparabrisas funcione correctamente, te ofrecemos algunas recomendaciones para que cuides esta parte del coche.

La importancia de aplicar productos específicos

Limpiar las lunas del vehículo puede ser una tarea muy sencilla si sabemos cómo realizarla de la forma más eficaz. Uno de los errores que más se cometen en este sentido es la utilización de cualquier producto para quitar la suciedad de los cristales, lo que impide que las lunas se mantengan en buenas condiciones.

La primera regla de oro para limpiar los cristales del coche consiste en valorar el tipo de suciedad que tienen para poder elegir el producto de limpieza que mejor se adapte a la situación. Únicamente de esta manera conseguiremos un resultado final impecable y mucho más duradero.

Si te estás preguntando por qué es importante utilizar productos específicos para mantener las lunas en lugar de cualquier otra mezcla casera, la respuesta es muy simple: este tipo de líquidos permiten quitar la suciedad más difícil con menos esfuerzo y además, con su uso se crea una película protectora sobre la superficie que evita que el polvo, la grasa y otros restos se adhieran.

Además de los productos de limpieza, si quieres ir un paso más allá, puedes aplicar otros para pulir el cristal y conseguir que quede más brillante. Junto con ello, cada cierto tiempo conviene utilizar un sellante específico para cristales con el objetivo de renovar la capa protectora del cristal.

En cualquier caso, te aconsejamos no utilizar un fluido que contenga amoniaco o cualquier otro componente abrasivo. Este tipo de compuestos pueden dañar la superficie de la luna y deteriorar poco a poco el cristal. Del mismo modo, si el producto limpiador es concentrado y para su uso se debe mezclar con agua, no olvides utilizar agua destilada en sustitución de la del grifo para que los pequeños restos de ésta no dejen marcas en la luna.

Mantenimiento del limpiaparabrisas

El mismo cuidado que debemos tener en el lavado de las lunas, debe extenderse también a los limpiaparabrisas. Es fundamental prestar atención a la suciedad que se va acumulando en las escobillas, que provoca que su efectividad se reduzca con el paso del tiempo.

Dado que el limpiaparabrisas juega un papel crucial en la limpieza de la luna delantera, debemos elegir del mismo modo aquellos productos específicos para limpiar y tratar este elemento. Así nos aseguramos que puedan retirar las gotas de agua sin causar ningún daño al cristal. Si las escobillas están deterioradas por algún motivo provocarán desperfectos en la luna, así que no olvides cambiarlas cada cierto tiempo.

Como ves, es posible llevar un correcto mantenimiento de las lunas y de las escobillas si sabemos elegir los componentes adecuados. Preocuparse por el cuidado de estas partes del vehículo significa conducir con la máxima seguridad, higiene y comodidad.