Cuando contratamos un seguro para nuestro coche no debemos pensar sólo en cubrir la responsabilidad civil obligatoria que exige la ley, sino que es recomendable incluir más coberturas que, aunque no parezcan imprescindibles a priori, a futuro es posible que sean muy útiles, sobre todo por el coste que pueden suponer las futuras reparaciones.
Hay que pensar que un coche puede sufrir otros contratiempos más allá de un accidente de tráfico, como el robo, ser víctima del vandalismo, el atropello accidentando de un animal en carretera, etc.
Hay garantías como la de daños propios que sólo están incluidas en los seguros a todo riesgo y hay otras muy comunes de las que se puede disfrutar también con otros seguros más básicos, como es el caso de la cobertura de lunas.
Nuestro consejo: revisa bien tu póliza, comprueba que cubra las lunas de tu coche y descubre en qué situaciones actúa esta garantía.
Para empezar, ¿qué es la cobertura de lunas y cuándo se incluye?
¡Tranquilidad! Aunque no lo sepas, la cobertura de lunas es una de las garantías que está incluida en prácticamente todos los seguros de coche, a excepción de los seguros a terceros más básicos del mercado. Esta garantía cubre, principalmente, la reparación de lunas de coche, colocación o sustitución de las lunas delanteras (parabrisas), laterales (ventanillas) y traseras (luneta) del coche asegurado.
Por tanto, la aseguradora se hará responsable de arreglar los daños o pérdida de estas partes del coche que tengan su origen en una causa instantánea, violenta e independiente de la voluntad del conductor o del asegurado.
Y… ¿qué no cubre la cobertura de lunas?
Deberás repasar atentamente la cobertura de lunas de tu vehículo para informarte del conjunto de exclusiones de tu contrato. Seguro que habrá determinadas situaciones o daños que no estarán cubiertos por el seguro, deberás tenerlos claros.
A continuación te detallamos los más comunes:
1.- Normalmente la cobertura de lunas cubre la reparación o sustitución de determinados componentes del coche. Por eso, si las piezas no pueden ser ni reparadas ni sustituidas es posible que la aseguradora no indemnice al asegurado económicamente.
2.- Daños estéticos. Los rayones, desconchones, huellas de impacto u otras marcas que sólo son defectos estéticos y que, por tanto, no dan lugar a la rotura y no impiden la visibilidad.
3.- Elementos que no sean de serie como techos solares o espejos.
4.- Lunas del remolque. En la mayoría de los casos la cobertura de lunas no se extiende a los vehículos de remolque.
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