¿Alguna vez te has parado a pensar en cómo nos protege el parabrisas del coche en caso de accidente? Este cristal es uno de los elementos de seguridad pasiva más importantes del vehículo, es decir, forma parte de las piezas que se encargan de reducir al mínimo los daños producidos en caso de colisión. El parabrisas, junto con el cinturón de seguridad, los airbags, la carrocería o el reposacabezas, es fundamental para proteger nuestra vida mientras nos desplazamos.
La atención que dediquemos a la luna delantera del coche no debe limitarse únicamente a su correcta limpieza para conducir con una buena visibilidad, sino que teniendo en cuenta su incalculable valor en la seguridad pasiva, cualquier rotura o fisura provocada por un impacto en el cristal debe ser reparada inmediatamente.
¿Cómo influye el parabrisas en la seguridad?
Si te estás preguntando de qué manera influye el parabrisas en la protección durante la conducción, debes saber que esta luna en concreto es una parte imprescindible de sujeción de la estructura del habitáculo. Así, si se produjera un accidente de tráfico con vuelco del vehículo y el parabrisas no estuviera en perfecto estado, las probabilidades de que el coche se aplaste se incrementan notablemente.
Además, el parabrisas también debe estar fijado a la perfección para que su resistencia no se vea comprometida en caso de accidente y ofrezca el resguardo suficiente a los ocupantes del coche. De su correcta sujeción depende que la fuerza ocasionada ante un impacto se distribuya por todo el cristal, impidiendo que se rompa.
Aunque los airbags son un elemento de seguridad pasiva que aporta una gran tranquilidad tanto a conductores como a pasajeros, pueden perder eficacia si el parabrisas presenta alguna anomalía en su instalación. Dado que el airbag se despliega hacia arriba cuando se produce un choque, si la luna delantera no está bien fijada, ésta puede desprenderse y la bolsa de aire saldrá hacia el exterior del vehículo.
No podemos olvidar que el parabrisas es un elemento que también ofrece protección a los ocupantes del coche desde el punto de vista de la comodidad y el confort. Este cristal sirve como parapeto de los efectos del aire, la lluvia, la nieve, el granizo e incluso de los insectos que se pegan a la luna cuando vamos circulando. A esto se suma su cualidad de filtrar los rayos solares para que no causen molestias a los ocupantes.
Toda esta información nos debe hacer plantearnos muy seriamente el correcto estado del parabrisas, ya que del mismo depende en un alto porcentaje nuestra seguridad durante los desplazamientos. Si el cristal ha sufrido un impacto, debemos sustituir o reparar el parabrisas cuanto antes para que la luna no pierda ni un ápice de su resistencia y pueda continuar desempeñando su papel de forma adecuada dentro de la seguridad pasiva del coche.
Si tienes dudas sobre si es preferible arreglar o cambiar el parabrisas de tu vehículo, puedes acudir a Carglass y te ofreceremos la mejor solución después de revisar la luna para que puedas conducir con una mayor visibilidad y, sobre todo, seguridad.
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