Te encuentras conduciendo bajo el sol y el polvo depositado en el parabrisas no te permite ver con claridad. Activas el líquido del limpiaparabrisas para retirarlo y así tener una visión más clara de la carretera. Pero cuando vas a hacerlo… ¡te das cuenta de que no sale agua o sale muy poca cantidad! ¡Falta el líquido para el parabrisas! Ante todo, mantén la calma: tu parabrisas no está roto ni necesita ir al taller; simplemente el depósito está vacío y tendrás que llenarlo con líquido limpiador. Si quieres saber cómo se lleva a cabo este proceso, toma nota.
El parabrisas es un elemento estructural básico en la seguridad vial, por tanto, mantenerlos en unas buenas condiciones, óptimas para la conducción, resulta imprescindible. En Carglass, como especialistas en cristales para coches, sabemos lo necesario que resulta un buen mantenimiento. Uno de estos requisitos, que ayuda a una correcta visión de la carretera y una conducción más segura, es el limpiaparabrisas. Para deshacernos de la lluvia y de otro tipo de sustancias que se pueden depositar en las lunas, debemos activarlo; así mediante el limpiador especial que contiene el depósito las mantendremos limpias y perfectas para conducir sin nada que impida la visión.
Aunque, ten en cuenta que el líquido del limpiaparabrisas no se debe accionar con el único motivo de limpiar la luna a no ser que la suciedad perjudique nuestra visión por carretera. Siempre es necesario que acudamos a un establecimiento de limpieza del automóvil para retirar toda la suciedad, ya que hacerlo repetidamente con las escobillas las deteriora y la suciedad puede rayar el cristal.
Sin embargo, con el paso del tiempo, inevitablemente llegará un momento en el que el limpiaparabrisas de tu coche no expulse líquido, haga ruido cuando lo actives o no lo limpie de manera uniforme. En este caso, lo más probable es que haya llegado el momento de llenar el depósito. Pero se trata de una tarea bastante sencilla que podrás llevar a cabo tú mismo.
El primer paso, previo al proceso de llenar el depósito, es hacerte con el líquido limpiaparabrisas más adecuado para tu vehículo y las condiciones en las que conducirás. Los hay para usar en invierno, en verano, bajo la lluvia, concentrados, con metanol… Existen en el mercado una amplia variedad. ¿Ya has comprado el líquido limpiaparabrisas? ¡Estamos listos! Ahora sigue estos pasos para rellenar el depósito:
1. Con el motor frío, localiza el depósito del limpiaparabrisas. Este se encuentra en el interior del compartimento del motor. Se trata de un pequeño depósito con un tapón.
2. Retira el tapón y coloca en el interior del depósito un embudo; así te será más fácil rellenarlo con el líquido.
3. Ahora introduce el líquido con cuidado. No lo llenes tanto como para que se desborde. Si aún queda algo de líquido anterior, no te preocupes, ya que no pasa nada si el viejo y el nuevo se mezclan.
4. Ya puedes quitar el embudo, cerrar el depósito, bajar el capó y comprobar si, al activar el limpiaparabrisas del coche, sale el líquido.
¡Ya está! Con estos sencillos pasos habrás cambiado en tan solo unos minutos el depósito del limpiaparabrisas de tu vehículo. Recuerda hacerlo periódicamente o cuando comiences a observar síntomas de que el líquido se está agotando para que así, si te encuentras de repente inmerso en una gran tormenta o nevada, podrás mantener limpias tus lunas y conducir con una visión perfecta.
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