A partir de los 4 años de vida (si es una primera matriculación) nuestro coche está obligado a superar la prueba de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Hasta que cumpla 10 años, el trámite se debe realizar cada 2 años, y a partir de la década, anualmente. Muchos conductores sienten cierta ansiedad cuando llega el momento de la revisión de la ITV, la mayoría de las veces por temor a no ‘aprobar el examen’ debido a alguna anomalía que desconocen en su coche.
Según la Asociación Española de Entidades Colaboradoras con la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos iTV (AECA), los vehículos que no superan la ITV son el 18,77% del total. 3,7 millones que, o bien emitían una cantidad de emisiones contaminantes superior a la que permite la ley, o bien no reunían las condiciones mínimas de seguridad. Para evitar sorpresas y que puedas prevenir un posible rechazo, te recordamos los 6 puntos de tu coche que mirarán con especial atención en la próxima revisión de la ITV.
La documentación.
Es tu responsabilidad acudir a la prueba con toda la documentación en regla y en perfecto estado. Te solicitarán el Permiso de Circulación y la Tarjeta de Inspección Técnica del Vehículo. En cuanto al Seguro, a diferencia de antes, no hace falta que muestres el resguardo de haberlo pagado, porque desde el mismo centro pueden conectarse con la base de datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) y verificarlo.
El alumbrado.
Si quieres obtener la pegatina de la ITV, los faros delanteros y traseros deben estar en perfecto estado, sin impactos o rajaduras. Los técnicos te pedirán que enciendas las luces de posición, de cruce, las de carretera o largas, la marcha atrás, los intermitentes, las luces de emergencia, las de frenado y las antiniebla. El alumbrado del coche es uno de los puntos en los que más fallos se detectan.
Los cinturones de seguridad.
Los técnicos de la ITV realizan una inspección completa de los sistemas de seguridad del vehículo y prestan especial atención a los cinturones, para comprobar que funcionan correctamente. Además de una inspección visual, se comprueba que los puntos de anclaje están en perfecto estado y que cumplen con la homologación. También se realiza el característico ‘tirón’ para comprobar que se bloquean al tirar de ellos de forma brusca.
Las ruedas.
Además de coincidir en medida con las ruedas que están homologadas para tu vehículo en su ficha técnica, los neumáticos deben tener una profundidad de dibujo de más de 1,6 mm, tal y como indica la ley. Si tienen deformaciones, impactos visibles o alguna deformación, no superarás la revisión.
El parabrisas.
Si has recibido un impacto en el parabrisas y no está reparado, y además está dentro del campo de visión del conductor, no recibirás la conformidad para seguir circulando con el vehículo, ya que estarás incurriendo en una falta grave. Antes de acudir a la revisión, pide cita en Carglass para la reparación del parabrisas. Siempre recibirás el certificado de calidad y garantía de tu nuevo cristal.
Las dos matrículas.
Las matrículas deberán estar en buenas condiciones, de tal forma que puedan ser perfectamente reconocidas a distancia. También tendrán que estar bien sujetas. Si tienen bordes cortantes o están un poco dobladas, el inspector puede anotarlo como falta.
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