Qué son los caballos fiscales y cómo calcularlos

De igual forma que utilizamos los caballos (CV) de un vehículo para conocer su potencia, los caballos fiscales (CVF) no son una medida física sino un mero valor de cálculo. Los caballos fiscales de un vehículo son utilizados para calcular el importe del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) no solo en España, sino también en muchos otros países. Su valor viene determinado en la Tarjeta de la ITV, marcado como Potencia Fiscal (CVF).

En dicha tarjeta de la ITV también encontraremos la propia medida física expresada en kW, reflejando la potencia real del vehículo, pero que no aplica en el cálculo del importe del impuesto anteriormente mencionado.

Qué son los caballos fiscales

Para aprender a interpretar el significado de los caballos fiscales, conviene repasar antes lo que es la cilindrada de un vehículo y su importancia a la hora de evaluar su rendimiento. La potencia fiscal es una cifra obtenida a partir de la cilindrada, y por ello tienen mucho que ver el tamaño de los cilindros, el número de éstos o el propio recorrido del pistón. En resumen: si aumenta la cilindrada, aumenta también el número de caballos fiscales y su potencia fiscal, con el consiguiente aumento también del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica.

Cómo calcular los caballos fiscales

Existen dos métodos para calcular los caballos fiscales y, por ende, la potencia fiscal de un vehículo. En el primer caso, tan solo nos hará falta un dato sencillo de conocer por la mayoría de usuarios de un vehículo; en el segundo, se nos complica un poco más el asunto, ya que los datos que necesitamos para aplicar la fórmula son un poco más difíciles de averiguar por el común de los mortales. ¡Veámoslo!

Fórmula 1

Es el método más sencillo para calcular la potencia fiscal de un vehículo, ya que tan solo nos hará falta conocer la cilindrada del motor del mismo y aplicar una ‘sencilla’ fórmula que nos dará el resultado con los caballos fiscales. Como vemos, es el dato más fácil de conseguir. La fórmula es la siguiente:

Caballos Fiscales = (Cilindrada en cm3/Nº de cilindros)0,6 x 0,08 x Nº de cilindros

Cabe destacar que esta fórmula es aplicable a los motores de cuatro tiempos, es decir, prácticamente todos los vehículos de la actualidad. En caso de querer realizar el cálculo para un motor de dos tiempos (como el que podríamos encontrar en algunas motos), habría que multiplicar por 0,11 en lugar de por 0,08. 

Fórmula 2

En este caso, la fórmula a aplicar requiere conocer algunos datos que es más difícil obtener. Es un método que tiene en cuenta cifras como la carrera del pistón o el diámetro de los cilindros, algo más complicado de ubicar en la mayoría de las ocasiones por la mayoría de los propietarios de un vehículo. La fórmula en concreto a aplicar para calcular la potencia fiscal teniendo en cuenta estos datos es la siguiente:

Caballos fiscales = [0,785 x (Diámetro cilindros)2 x Carrera pistón)0,6 x 0,08 x Nº de cilindros

Caballos fiscales en vehículos eléctricos

Y te estarás preguntando: ¿cómo calculamos los caballos fiscales de un vehículo eléctrico si no tenemos cilindros como en un motor de combustión? Pues la fórmula es mucho más sencilla: tan solo hay que dividir la potencia efectiva entre 5,152. En este caso, la potencia efectiva viene determinada por el propio Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, y se calcula sumando las potencias máximas de los motores eléctricos del coche durante 30 minutos.

La única complicación que podemos encontrarnos en este caso es encontrar el dato de la potencia efectiva del vehículo eléctrico, algo que rápidamente podemos solucionar con una búsqueda rápida en Google, ya que no viene incluido en la ficha técnica del vehículo pero sí en la de homologación.

La ventaja impositiva de este tipo de vehículos es que por lo general suelen contar con descuentos o reducciones en ocasiones del 100% del impuesto debido a su menor impacto medioambiental.

Caballos fiscales en motores rotativos

Por último, es preciso señalar que los motores rotativos cuentan con su propia fórmula a la hora de calcular los caballos fiscales del vehículo. En este caso, es la misma que la aplicada en los vehículos eléctricos, ya que se obtiene su potencia fiscal dividiendo la potencia efectiva entre 5,152. 

Eso sí, es lo único que une a motores rotativos y eléctricos, ya que en el caso de los rotativos no se cuenta con ventajas a nivel impositivo como descuentos en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica o a la hora de aparcar o circular en zonas con restricciones por niveles de contaminación.

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