Cuántas veces nos hemos preguntado cuál es la mejor forma de viajar con mascotas como nuestro perro o nuestro gato en el coche. Pensamos en su comodidad y planeamos algunas paradas para que pueda hacer sus necesidades, pero olvidamos que viajar con mascotas es una cuestión de seguridad. La suya y la nuestra.
Viajar con un animal en el interior del coche, si está suelto y no tomamos una serie de precauciones, puede convertir el desplazamiento en todo un peligro porque puede originar un accidente de gravedad.
De poco sirve que cuentes con tu parabrisas en perfecto estado de revista, si no controlas el resto de factores que pueden distraerte. Los animales domésticos pueden reducir la atención del conductor sobre el control del vehículo y la atención que debes prestar a la vía y a los otros vehículos. Pero no solo eso, sino que pueden interferir en la conducción si se suben a las piernas del conductor o tocan alguno de los sistemas del coche, como los pedales, el volante o la caja de cambios. Recuerda que debes tener en cuenta muchos factores para lograr una conducción segura y evitar accidentes.
Los animales que asoman la cabeza por la ventanilla también suponen un riesgo, para su integridad y porque pueden originar un suceso. Por otra parte, en el caso de un accidente, un animal suelto puede originar daños a los ocupantes por impacto.
¿Cómo hacer una conducción segura con ellos a bordo?
La normativa de tráfico es clara; los animales deben estar atados en el interior del vehículo para evitar desplazamientos y caídas, así como movimientos que puedan afectar a la estabilidad del vehículo. En el mercado hay numerosos dispositivos que nos ayudarán a trasladar a nuestros mejores amigos. Estos son los más recomendables:
Transportín
Se fija en la parte trasera del coche. Tiene la ventaja de que sirve para otros medios de transporte como trenes, barcos y aviones. Sin embargo, no sirven para animales grandes.
Jaula
Solo puede utilizarse en el coche (en la parte de atrás), pero a cambio permite transportar a perros de gran tamaño. Son las más indicadas para coches todoterreno, ‘pick-ups’ y furgonetas.
Rejilla divisoria
Es aconsejable para animales de gran tamaño. Para garantizar por completo la seguridad debe ir desde el techo del vehículo hasta el suelo del maletero y cumplir la normativa DIN 75410-2. Es idónea para vehículos con portón trasero o familiares.
Cinturón para mascotas
Es una correa que se coloca en los asientos traseros y se une al enganche del cinturón. Cuenta, además, con un arnés de doble anclaje de seguridad. Para impedir que la mascota impacte contra los asientos en caso de accidente, algo que tendría graves consecuencias, el sistema de unión deberá ser corto. No son aconsejables los correajes que se enganchan al collar del animal porque no serán capaces de retenerle.
Paradas, agua y ‘juguetes’
Los animales pueden sufrir estrés, mareo y otras situaciones derivadas de la situación de encontrarse en un ambiente diferente al habitual, con olores y sonidos nuevos para ellos además de una superficie que se mueve constantemente. Para hacerles el entorno más reconocible es aconsejable incluir algún objeto que les resulte familiar, como algún juguete o pelota. Es buena idea realizar paradas cada poco tiempo y vigilar su estado. Si comprobamos que babea quiere decir que necesita agua, algo de lo que debemos ir bien provistos. Ante todo es importante tener paciencia y pensar que el bienestar de nuestra mascota también influye en nuestra tranquilidad como conductores.
Por último, cuando llegues a tu destino recuerda no dejar a tu perro o gato dentro del vehículo con las ventanillas cerradas. En especial en verano (conoce 5 consejos prácticos para lograr una conducción segura en esta época del año), solo hacen falta cerca de 15 minutos para que el animal sufra un golpe de calor que puede resultar mortal.
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