Badenes ilegales, características y principales peligros

Son muy comunes los casos de denuncia sobre la disposición en las vías de reductores de velocidad que no se ajustan a los parámetros normativos. A pesar de que los conductores han ganado ciertas disputas legales al respecto, aún es frecuente la construcción de badenes ilegales, que pueden ocasionar peligros importantes a la conducción y al tránsito peatonal.

En este sentido, resulta necesario explicar cómo se identifican estos obstáculos viales, cuáles son sus principales riesgos y qué características deben cumplir para adaptarse a la normativa desarrollada al respecto.

En ocasiones, toparse con un badén ilegal puede propiciar un fuerte golpe a la parte delantera del coche y puede verse afectado nuestro parabrisas. Para esos casos, el servicio de reparación y sustitución de lunas de Carglass te permitirá arreglar la luna de tu vehículo, no importa la marca o modelo que tengas.

Características de badenes ilegales

Los badenes ilegales se pueden identificar fácilmente, tanto por sus características físicas como por su modo de elaboración. A continuación, se enumeran algunos rasgos:

• Son de tamaño exagerado, ya sea en altura o en longitud.
• Su ubicación es incorrecta, pues no advierten las zonas de cuidado, sino que se sitúan sobre ellas.
• Los recursos empleados son de baja calidad, lo que genera en ellos un rápido desgaste y deterioro.
• No están correctamente advertidos por señales o reflectores de luz, y no son fáciles de percibir a altas velocidades o en la oscuridad.

Principales peligros que pueden generar

Los rasgos anteriormente mencionados, generan una serie de riesgos a la conducción y también al tránsito peatonal.

No solo los coches y conductores pueden sufrir daños por la disposición de badenes ilegales en la vía. Aunque muchas veces estos elementos son elaborados para protegerlos, o proteger a peatones, una elaboración, ubicación o señalización incorrecta pueden ocasionar efectos totalmente opuestos.

Algunos de los principales peligros que pueden presentarse, son los siguientes:

• El coche recorre más distancia, hasta su caída, de la prevista. Hay badenes que son muy extensos, altos, y que además no están correctamente señalados. Estas características pueden convertir a los reductores de velocidad en una especie de rampa, que eleve la velocidad del coche y le haga recorrer distancias más largas, cuando el fin es precisamente el contrario. Esto aumentaría la posibilidad de accidentes viales.
• El coche puede sufrir daños en algunas de sus piezas. Ya sea al impactar con el badén o al momento de la caída, algunas piezas del coche, como el cárter o los amortiguadores, pueden deteriorarse o incluso romperse. Si los badenes no están bien señalados, los conductores pueden confundirlos con obstáculos y perder el control del vehículo en el intento de evadirlos. De esta manera, podrían generarse colisiones y daños mayores a la carrocería.

• Los neumáticos pueden cortarse o abultarse. Ante el deterioro o la utilización de materiales de baja calidad, los badenes pueden tener bordes cortantes y ocasionar daños a los neumáticos. Ello se traduciría en gastos imprevistos para el conductor, además de un peligro para la conducción en caso de romperse o reventar el neumático.
• Daños a pacientes de cuidado o personas de movilidad reducida. La indiscriminada disposición de badenes ilegales en la vía suponen un peligro, no solo a los conductores sino a sus acompañantes, sobre todo si estos presentan algún tipo de condición de cuidado o discapacidad, como dolencias de espalda o alguna afectación en órganos delicados. Para quienes circulan en sillas de ruedas, estas barreras superficiales, no ajustadas a normativa, también representan un riesgo para la integridad física.
• Pueden perjudicar a los peatones. Ante una incorrecta ubicación, planificación o elaboración, los badenes representan un riesgo para el paso peatonal. Si la ubicación no advierte la zona de peligro sino que se posa sobre ella, el peatón puede sufrir más y peores lesiones. Un paso de cebra, por ejemplo, no debería ir sobre el badén, sino después. Si el coche no frena y se eleva en un cruce peatonal, un posible arrollamiento generaría consecuencias más graves.

Normativa que deben cumplir los badenes

En la Orden FOM/3053/2008, publicada en el Boletín Oficial del Estado, el 29 de octubre de 2008, fue aprobada la Instrucción Técnica para la instalación de badenes en la red de carreteras del Estado.

El mencionado marco legal regula la elaboración, disposición, materiales a utilizar y señalización necesaria, para que los reductores de velocidad cumplan su finalidad y no generen mayores riesgos a la ciudadanía.

Algunos rasgos relativos a las dimensiones se recogen a continuación:

Dimensiones de los badenes según su tipo

Los materiales adecuados para la elaboración de los badenes son el hormigón -con una textura superficial entre entre 0,6-0,9, según NLT-335- o materiales de componente asfáltico. En el caso de los reductores prefabricados los materiales suelen ser de caucho y derivados, o de plástico.

La señalización dependerá de la finalidad de la banda transversal, tanto si es para mantener una velocidad reducida por varios tramos o si es para advertir a los conductores de tomar una acción preventiva. Deberá estar compuesta por señalización vertical u horizontal.

Sin duda alguna, es necesario conocer todas las características que deben tener los badenes para su homologación. Para detalles más exhaustivos es recomendable consultar lo que expresa  el marco legal mencionado.

A pesar de la antigüedad de la orden, siguen siendo comunes las quejas de los usuarios por el levantamiento de badenes ilegales y los peligros que estos representan, no solo para los conductores, sino también acompañantes con complicaciones de salud, personas con movilidad reducida o demás transeúntes del tráfico.