¿Para qué sirve el alerón de un coche?

Los vemos habitualmente y cada vez en más vehículos, nos gusta en general cómo quedan instalados sobre la luneta trasera y son un elemento diferenciador. Pero…¿para qué sirve realmente el alerón de un coche? Seguramente te lo has preguntado más de una vez al verlo, o incluso seas propietario de un vehículo que lo lleva instalado pero no sepas a ciencia cierta su utilidad en la carretera. ¡Ha llegado el momento de descubrirlo!

Para conocer de cerca su utilidad y la finalidad que tiene un alerón en un coche, primero vamos a echar un vistazo al deporte rey en cuestiones de motor: la Fórmula 1. Si observamos los monoplazas actuales de Fórmula 1, todos llevan en su diseño un alerón delantero y otro trasero de diferente forma en función de la escudería. Su función es la misma que podemos encontrar en un coche de calle, aunque obviamente a una escala mucho mayor debido a la complejidad de estos vehículos de competición.

Además, su uso y diseño tiene mucho que ver con las alas de los aviones, solo que con una diferencia: su objetivo es el contrario al de volar y separarnos del suelo. Para que te hagas una idea muy simple, un alerón sigue el mismo patrón que el ala de un avión… solo que al revés.

Reducir la resistencia con el aire

El aire es el principal elemento de resistencia que un vehículo tiene que sortear a la hora de avanzar, y su coeficiente aerodinámico es el valor que nos señalará lo fácil o difícil que le resulta. Hablando en plata: cuanto más bajo sea su coeficiente aerodinámico, más fácil le será avanzar, con un gasto menor de combustible y unas mejores prestaciones. Si nos estamos preguntando para qué sirve el alerón de un coche, aquí encontramos su primera utilidad, en especial en coches de competición.

Gracias a los alerones, y mediante su diseño y colocación, los ingenieros son capaces de desviar el aire mientras el coche avanza para reducir la resistencia con el aire. Mientras que en monoplazas vemos alerones delanteros y traseros muy visibles, no pienses que en los coches de calle solo encontramos alerones traseros al ser los más voluminosos. Si te fijas bien, podrás ver cómo también los tenemos en su parte delantera, aunque obviamente no tan grandes ni marcados.

Mejorar el agarre con el asfalto

Los alerones son capaces de mejorar el agarre con el asfalto y contribuir a que el vehículo se apoye con más fuerza sobre el suelo a la hora de circular y tomar una curva, aumentando así la seguridad. Pero, ¿cómo lo consiguen?

Nos encontramos con un concepto relacionado directamente con el diseño por parte de los ingenieros: la diferencia de presiones entre el aire que circula por la parte superior del alerón y el aire que circula por la parte inferior genera una fuerza que ‘pega’ el coche al asfalto y contribuye a un mayor agarre en carretera. 

Esto no se consigue tan solo con los alerones, sino que el diseño de todo el coche contribuye a este efecto y no debe modificarse salvo que se cuente con una mano experta en el proceso. ¿El motivo? Como hemos podido comprobar, los alerones del vehículo contribuyen a la estabilidad y seguridad en la conducción: por ejemplo, si tuviéramos un alerón muy pesado en la parte trasera, podríamos provocar una desestabilización del eje delantero en una curva comprometida. Es por ello que un cambio de alerón conlleva un proceso de homologación posterior.

¿Te ha quedado claro para qué sirve el alerón de un coche? Si aún te han quedado dudas de su utilidad y sigues preguntándote su función cada vez que los veas en los coches de calle, desde Carglass te recomendamos echar un vistazo a alguna competición como la Fórmula 1 para comprender de primera mano cómo los alerones permiten a este tipo de vehículos tomar curvas a velocidades tan altas sin inmutarse. A menor escala, comprenderás mucho mejor su funcionamiento aplicado en los coches de la calle…¡y pasarás un buen rato!