Cómo limpiar la tapicería del coche

Las manchas y la suciedad en la tapicería pueden producir un efecto de desgaste sobre los asientos, además de malos olores y hacer que nuestro vehículo no sea un lugar agradable. Por ello, vamos a ver algunos consejos y trucos a la hora de hacer una limpieza de la tapicería del coche.

Errores comunes al limpiar la tapicería

Para cuidar bien de la tapicería del coche, debemos evitar dos de los errores más típicos y que pueden terminar por no tener solución o dificultar en exceso las labores de limpieza. 

El primero de ellos es retrasar demasiado la limpieza de una mancha en la tapicería, dejando que impregne y pueda afectar a su color natural. Lo recomendable es hacer una limpieza completa del interior del coche de forma periódica, pero además proceder a tratar aquellas manchas concretas que se producen por accidente sobre la tapicería, como derramar café o algún producto para el vehículo.

El segundo error más común es tratar todas las manchas por igual, con el mismo producto de limpieza, y aplicándola por medio de la fricción. Con algunos líquido será necesario recurrir a medios de limpieza específicos, y es importante no tratar de frotar en exceso la tapicería para no dañarla.

Para ayudar a tener nuestro vehículo impoluto, también podemos facilitar la tarea aplicando tratamiento antilluvia y antimosquitos a los cristales, para evitar la suciedad y mejorar la visibilidad al volante.

Consejos para cada tipo de tapicería

Al igual que no podemos realizar el mismo sistema de limpieza para cada mancha, tampoco podemos usar los mismos productos con todas las tapicerías, y tendremos que conocer cuáles son los más convenientes para el cuidado del material concreto.

Tapicerías de tela: para limpiar de manera correcta una tapicería de tela tenemos que contar con que se trata de un material absorbente, por lo que es mejor priorizar una limpieza en seco o, en caso de ser necesaria, aplicar agua con jabón neutro y utilizar un aspirador de líquidos para limpiar de forma profunda y sin dejar humedecida la superficie demasiado tiempo.

Tapicerías de cuero: en este tipo de tapicerías lo más importante es cuidar el material, algo más delicado y sensible a la fricción, pero menos absorbente que la tela. También podemos comenzar con un aspirado y la retirada de toda la suciedad que puede arañar o desgastar la superficie a la hora de la limpieza. 

Después aplicaremos un producto ideado para cuero, que no deshidrate ni deteriore el material, a ser posible con una bayeta o un trapo de algodón, y evitando usar cepillos o herramientas agresivas. Para finalizar, lo mejor es secar a conciencia con un trapo nuevo y dando el último toque a la limpieza.

Podemos aplicar una crema hidratante y abrillantadora para que el aspecto de la tapicería sea como el del primer día.

Tapicerías de alcántara: en estos casos es preferible aplicar un tratamiento similar al de la tapicería de cuero, pero buscando productos de limpieza específicos para este tipo de material cada vez más común en los vehículos.

Cómo quitar manchas difíciles de la tapicería

Algunas manchas son especialmente peligrosas por su dificultad para ser eliminadas, como pueden ser las de los diferentes productos que te contamos a continuación, que probablemente no desaparezcan con agua y jabón o una limpieza corriente. Si es tu caso no te preocupes, porque aún puede tener solución.

Pegamento: para tratar las manchas de pegamento no nos quedará otra que recurrir a un disolvente en pequeñas dosis y aplicado con sumo cuidado, ya que puede ser peor el remedio que la propia mancha. Procurad actuar de manera precisa y con la cantidad del producto necesaria, procediendo a limpiar con agua y jabón al terminar.

Barro: lo primero es intentar eliminar toda la cantidad de piedrecitas y arena que podamos y ablandar el barro con agua y jabón neutro. Si con ello no hemos solucionado el problema, tocará emplear con cuidado un cepillo mojado para retirar la mancha.

Chocolate: uno de los trucos que mejor funcionan para eliminar manchas de chocolate en la tapicería es aplicar agua caliente con unas gotas de jabón neutro, y evitar extender la superficie manchada utilizando un aspirador. Si con ello no conseguimos quitarla del todo, podemos usar podemos repetir el proceso cambiando el jabón por un limpiacristales, siempre diluido, y probar con un cepillo de cerdas suaves y sin excesiva fricción.

Café o bebidas carbonatadas: en este caso, la rapidez es clave para el resultado de la limpieza. Una mancha reciente apenas nos dará problemas para eliminarla completamente. Si por el contrario se ha secado, podemos aplicar un limpiacristales con agua caliente hasta conseguir recuperar el color natural de la tapicería.

Chicles: es una de las manchas en las que más difícil es evitar tener que frotar. Pero lo haremos de manera controlada, con un cepillo de cerdas blandas y ayudándonos de hielo para compactar el chicle y que salga más fácilmente.

Aceites y productos grasos: una vez más, el agua caliente y productos como el jabón neutro, y la glicerina en casos más graves, nos ayudarán a dejar la tapicería a salvo. Evita frotar, porque puede que la mancha se haga más grande, y utilizar productos abrasivos que puedan dañar el material de la tapicería.

Cuida la tapicería con los productos adecuados: a día de hoy se pueden encontrar casi en cualquier parte y para todo tipo de materiales y es más sencillo tener el interior de nuestro coche limpio. En caso contrario, siempre podrás culpar a tus hijos o sobrinos de las manchas más rebeldes 😉

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