Nuestro país está lleno de lugares inolvidables y paisajes que no tienen nada que envidiar a otros destinos turísticos mucho más visitados en el mundo. Por eso, en esta sección nos encargamos de aportar luz y enseñaros nuevos destinos para que podáis tener alternativas a la hora de planificar esas vacaciones tan deseadas. ¿Dónde nos vamos hoy? Pues concretamente hasta el norte, con una ruta por Cantabria en coche de la que no querrás volver cuando llegues a su final.
¡Ay, el norte! Es un destino que muchos escogen a la hora de decidir qué visitar próximamente, aunque no todos le sacan el partido que esta zona del país puede ofrecernos si sabemos dónde ir y qué ver. Si viajamos en invierno podemos encontrarnos más lluvia de la habitual, es cierto, pero nada que un buen Tratamiento Antilluvia no solucione. Además, toda la región nos permite contar con vistas a playa o montaña en función de donde nos encontremos, ya que ambas están muy cerca una de otra. ¡Empezamos!
De Castro Urdiales hasta Santander
Nuestra ruta por Cantabria en coche empieza desde Castro Urdiales, una zona vacacional muy popular no solo en el territorio cántabro sino también en sus alrededores del País Vasco. No en vano es una de las localidades ubicadas más al este de la comunidad autónoma, lindando casi con la vecina. Antiguo asentamiento romano y con un casco antiguo que bien merece el paseo, es el lugar ideal para empezar nuestro viaje.
Antes de llegar a Santander, la primera parte de nuestra ruta por Cantabria en coche tiene una parada obligatoria: Laredo. Localidad marinera muy visitada en la comunidad cántabra, destaca por contar con unas playas impresionantes y un casco antiguo (repetiremos esto a lo largo del viaje) por el que perderse con una cámara de fotos en las manos. Ahora sí, tras visitarla, proseguimos nuestro rumbo hasta la gran ciudad.
Santander es la última parada de esta ruta por Cantabria en coche, ya que desde Carglass os recomendamos alojaros 2 o 3 días para descubrir la ciudad como se merece. No os podéis perder el famoso Centro Botín, la playa de El Sardinero o el Palacio de la Magdalena. ¡Ah! Y nada de irse sin probar un helado de Regma.
De Cabárceno a Santillana del Mar
¿A quién no le apetece una excursión en plena naturaleza? Pues eso es lo que nos ofrece la siguiente parada de nuestra ruta por Cantabria en coche: animales en su hábitat natural en el Parque de Cabárceno, donde podréis acceder con vuestro propio coche. Después, nuestra recomendación cultural es no perderse la visita a las Cuevas de Altamira: pese a que la visita a las cuevas originales ya no se puede llevar a cabo, sí que puede visitarse su réplica. En la web de las propias cuevas podréis consultar los horarios.
Antes de llegar a la última parte de esta parte de la ruta, conviene hacer un alto en el camino en Suances para acercarnos de nuevo al mar y perdernos por sus calles. Una vez recorridas, nos espera Santillana del Mar, otro de los pueblos más famosos de Cantabria debido a su gran belleza y una arquitectura prácticamente inalterada con el paso de los años. Y si tenéis hambre, es un gran enclave para comer.
Desde Suances hasta San Vicente de la Barquera
Nuestra ruta por Cantabria en coche empieza a llegar a su fin, no sin antes visitar Comillas no solo por la belleza de sus calles, sino por su principal atractivo turístico: el Capricho de Gaudí, una maravilla arquitectónica que no puedes perderte por nada del mundo. Pese a que la mayoría de la obra de Gaudí se encuentra en la ciudad de Barcelona, la localidad de Comillas presume de contar con una de sus obras entre sus referentes turísticos más famosos.
Tras Comillas, dirigiremos nuestros pasos hacia otra villa marinera muy famosa de la comunidad autónoma de Cantabria: San Vicente de la Barquera. Sus calles son el escenario perfecto para perderse, ya que su casco antiguo ha sido declarado conjunto Histórico Artístico. Una vez que lo hayas visto, puedes disfrutar de las vistas e incluso tomar un baño en sus playas. ¿Alguien dijo prisa?
Puede ser un buen punto y final a nuestra ruta por Cantabria en coche, aunque si te queda tiempo siempre puedes hacer una última escapada a La Cueva del Soplao: te prometemos que vale la pena. ¡Buen viaje!
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