Los motores de los vehículos eléctricos, a diferencia de los de combustión tradicionales, no siempre se encuentran en marcha. Además, dado que la autonomía es el principal problema competitivo de este tipo de modelos, el aire acondicionado en los coches eléctricos se volvió todo un problema a solucionar para los ingenieros en su desarrollo.
Solución al aire acondicionado de un coche eléctrico
Para evitar perder autonomía y conseguir que el aire acondicionado esté siempre disponible, se optó por una solución sencilla, y que se utiliza para otros aparatos que tenemos en el hogar: incorporar un pequeño motor eléctrico para el aire acondicionado.
De esta manera, su funcionamiento está aislado del motor principal, aunque sí influye en el rendimiento de la autonomía, ya que coge la energía para funcionar de la batería principal.
Algunas tecnologías como el laminado de lunas, pueden ayudar a reducir la necesidad del uso del aire acondicionado, ya que ayudan a aislar el interior del vehículo de la incidencia del sol.
Cómo funciona la calefacción de un coche eléctrico
Para la calefacción también existía un problema similar, ya que en los vehículos de combustión, tan solo se aprovechan un 30% de la energía producida en forma de calor para el movimiento del coche, mientras que el otro 70% que en un inicio se desperdicia, sirve para, entre otras cosas, hacer funcionar de manera correcta el sistema de la calefacción.

Como en un coche eléctrico el motor apenas produce calor, no es viable implementar el mismo sistemas. Para solucionarlos, actualmente en el mercado conviven dos vertientes.
Calefacción por medio de resistencias
Este sistema se basa en la existencia de pequeñas resistencias encargadas de alcanzar la temperatura adecuada en el circuito de la calefacción, y aunque hasta la fecha es el más utilizado, no es demasiado eficiente, ya que desperdicia gran cantidad de energía.

Calefacción por bomba de calor
La bomba de calor es la alternativa a las resistencias. En un inicio es una fórmula más eficiente, pero también encuentra sus puntos débiles en el funcionamiento, el principal de ellos, su rendimiento.
Hay que comprender que la bomba de calor coge su energía del aire entrante en el vehículo, pero a bajas temperaturas su capacidad de energía pierde gran parte del rendimiento, por lo que justo cuando más se necesita, en días de invierno a temperaturas bajo cero, su funcionamiento es muy limitado.
Sin ninguna duda, el sector del automóvil avanza a pasos agigantados hacia las opciones eléctricas, en detrimento de los vehículos de combustión, y problemas actuales como el aire acondicionado en los coches eléctricos o el sistema de calefacción, acabarán siendo mucho más sofisticados y eficientes que los actuales.