4 mitos sin fundamento sobre el control de alcoholemia

Deterioro de la función psicomotora, aumento del tiempo de reacción, incapacidad para seguir objetos con la vista, disminución de la atención, exceso de autoconfianza… Las consecuencias negativas de ingerir alcohol cuando se conduce son amplias y conocidas, pero a pesar de ello en España la DGT señala que, en 2016, en el 11% de los accidentes mortales o graves hubo al menos uno o varios conductores implicados que ofrecieron un resultado positivo en las pruebas de drogas o en el control de alcoholemia.  Según el Instituto Nacional de Toxicología, 275 personas fallecieron a consecuencia de la conducción bajo los efectos de alcohol y drogas. El 66,9% dio resultado positivo en alcohol y, de este porcentaje, 7 de cada 10 presentaban una tasa de alcoholemia por encima del 1,2 g/l.

Las sucesivas campañas de educación vial y concienciación para que los conductores dejen el alcohol cuando conduzcan se enfrentan también a una serie de creencias y mitos infundados que persisten. En realidad, la única forma de no dar positivo en un control de alcoholemia es no beber.

1. No hay peligro si no se alcanza el límite legal

Algunos conductores creen que si no sobrepasan la tasa de alcohol permitida por la ley no incurren en peligro alguno, cuando lo cierto es que la conducción se ve afectada desde la más mínima ingesta de alcohol o, como suele decirse, desde la primera copa. La normativa prohíbe la circulación si se presenta una  tasa de alcoholemia superior a 0,5 gramos por litro en sangre (ó 0,25 mg/l de aire espirado). Aquellos conductores que tengan el carné de conducir desde hace menos de 2 años tienen una tasa de 0,3 g/l de alcohol en sangre (0,15 mg/l de aire espirado).

2. Hay formas de engañar a los aparatos de medición

La picaresca es amplia cuando se trata de disimular la tasa de alcohol, pero en todo caso se trata de métodos inútiles. Beber agua para reducir el porcentaje de alcohol en sangre, masticar granos de café, hacer ejercicio físico para sudar, tomar un vaso de leche o de aceite o lamer una moneda de cobre, entre otras muchas, no tienen repercusión alguna en la prueba.  

3. Puedo negarme a hacer la prueba.

Es otra creencia falsa. Si un conductor se niega a someterse al control de alcoholemia, los agentes de tráfico pueden detenerle. Además, la persona será imputada por un delito del Código Penal, en concreto de los recogidos en el artículo 383.

4. Lo mejor es dormir y coger el coche al día siguiente.

No siempre. Algunos conductores, cuando han ingerido mucho alcohol por la noche, deciden dormir en el coche o en otro lugar y emprender la marcha al día siguiente, pensando que su cuerpo habrá eliminado el alcohol y ya podrán desarrollar una conducción segura. Sin embargo, la tasa de alcohol en su cuerpo puede aún ser ilegal debido a que, si la ingesta ha sido grande, pueden llegarse a necesitar de 6 a 10 horas para eliminar el alcohol.

Además del evidente consejo de no ingerir alcohol si se va a conducir, otro sabio consejo suele ser revisar tu vehículo antes de coger carretera. Si se trata de algún desperfecto en el parabrisas, no dejes pasar la oportunidad de arreglarlo en Carglass. ¡Pide cita ahora!