Tras unos días formando parte de la caravana de La Vuelta, hemos vivido ya muchas experiencias nuevas y hemos respirado el ambiente sano y positivo que reina entre los participantes, así que nos gustaría contaros cómo es un día normal dentro de este gran equipo.
Cada mañana el toque de diana se produce hacia las 8:00. Toca levantarse, desayunar en el hotel y ponernos en marcha. Cada día existe un punto de encuentro a una hora diferente, dependiendo de la longitud de la etapa: si la etapa es larga, hemos de salir más temprano para que el final televisado se produzca siempre en una franja horaria similar, mientras que si es más corta podemos descansar un poco más.
El director de caravana nos indica en qué lugares tendrán lugar las diferentes paradas para repartir merchandising, una operación que debe hacerse con los coches parados para garantizar la máxima seguridad de los espectadores, especialmente los niños que se acercan a vernos.
Antes de salir es imprescindible un lavado integral de las furgonetas, que tienen que estar en perfecto estado de revista para integrarse en el grupo de vehículos. También es importante cargar hielo, que nos hará falta en la llegada para preparar los zumos de frutas y no servirlos a temperatura ambiente, con el calor sofocante que hace.
Como ya os comentamos anteriormente, la caravana de patrocinadores sale una hora antes del pelotón y va abriendo carrera con la idea de repartir merchandising a su paso por las diferentes localidades. Carglass® cuenta con dos unidades móviles en las que viajamos cuatro personas, aparte de las personas que se desplazan a las diferentes etapas.
Después de realizar el recorrido completo de la etapa del día, llegamos a la zona de meta donde la organización ha preparado ya las carpas en la zona de ocio. En ese momento, hemos de montar el stand con nuestras bicilicuadoras y prepararnos para recibir visitantes aproximadamente entre las 16:30 y las 20:30h.
La provisión de fruta nos la cede Carrefour de forma gratuita, así que nuestra misión consiste en intentar convertirla toda en zumo con la ayuda de la gente que se acerca con ganas de subirse a las bicis. Afortunadamente, nuestro stand es de los más concurridos y la gente suele hacer cola para pedalear y llevarse un refrescante zumo natural, así que no tenemos tiempo de aburrirnos en todo el día.
Tras atender al público, hacia las 20:30h es la hora de recoger e ir en busca de nuestro hotel. Hay días en los que podemos ir caminando y otros en los que todavía nos quedan por recorrer 100 km hasta llegar a nuestro alojamiento, con lo que apenas hay tiempo para otra cosa que descansar y prepararse para el día siguiente.
Lo mejor de todo, sin duda, el ambiente de buen humor y compañerismo que reina entre todos los patrocinadores que compartimos ruta y somos vecinos de stand a la llegada. El trabajo es mucho y el calor aprieta, pero en medio de este buen ambiente no te queda más remedio que disfrutar cada minuto.
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