La velocidad forma parte de nuestras vidas. ¿Alguna vez has sentido frustración en las siguientes situaciones?; la página web tarda en cargar, no nos dejan espacio para pasar en unas escaleras mecánicas, las eternas colas de los parques de atracciones, banco, cine… etc, o la odiosa musiquita de la espera telefónica…
Y así podemos seguir nombrando muchas otras situaciones en las que esos minutos de espera provocan estrés en nuestras vidas. Da igual si tenemos prisa o no, nos irrita perder el tiempo.
En la conducción la situación se agrava incluso más. Tenemos prisa…mucha prisa y adelantamos imprudentemente, nos exaltamos cuando el coche que nos precede tarda en arrancar en el semáforo, nos excedemos en los límites de velocidad con el fin de llegar antes y los atascos son una auténtica tortura. Como consecuencia muchas personas sufren episodios de auténtico estrés al volante.
En Carglass queremos que conduzcas seguro y que el estrés no te afecte mientras conduces, por eso, es importante que, si sufres o has sufrido episodios de ansiedad en el coche, tomes nota de estos consejos para mantener la calma.
Los síntomas que suelen aparecer cuando sentimos estrés conduciendo, van desde la frustración y preocupación excesivas hasta la furia o la ira de forma desatada si no somos capaces de controlarlo. En casos extremos, podrían aparecer incluso síntomas físicos como la excesiva sudoración, el aumento del ritmo respiratorio, taquicardias, pérdida de visión o mareos. Con estos síntomas físicos y psicológicos es muy peligroso continuar al volante, ya que podríamos ocasionar algún accidente que pondría en riesgo nuestra vida y la de los demás. Por eso, si estás conduciendo y tú mismo notas que estás empezando a estresarte, lleva a cabo estas recomendaciones antes de que la situación pueda agravarse:
1. Procura salir con tiempo suficiente para llegar a los sitios. No vayas con el tiempo justo porque si no, ante cualquier mínimo problema, el estrés empezará a aflorar. Sin duda, es mejor que llegues unos minutos antes a que llegues tarde y completamente estresado.
2. Disfruta de la conducción como un tiempo que te dedicas a ti. Sin pensar en nada más que en conducir y evadirte del resto de conflictos de tu día a día.
3. No conduzcas cansado o fatigado. Asegúrate de haber dormido las horas necesarias como para mantenerte alerta en la carretera.
4. Estudia nuevas formas de llegar a tu destino. Si consideras que el trayecto que realizas es estresante de por sí, estudia la posibilidad de llegar mediante otras carreteras. Incluso aunque tardes un poco más, si el camino es más relajado, merecerá la pena.
5. No dejes que la negatividad pueda contigo. A veces, es muy complicado pensar en positivo, pero si en lugar de torturarte con la idea de que podrías haber llegado a casa antes, te convences de que pronto llegarás a casa y podrás descansar, sufrirás menos estrés.
6. El estrés también puede venir provocado por conducir por lugares que no conoces; para evitarlo investiga por internet previamente el camino que vas a seguir y cómo son las carreteras por las que circularás.
7. Si estás inmerso en un gran atasco y no hay remedio no seas un cliché y no te dediques a insultar a otros conductores. Ponte tu disco favorito y canta a voz en grito si es necesario para liberar tensión. Ponerte nervioso no hará que el atasco desaparezca. Ya que no hay más remedio, ¡al menos disfruta de la música!
Estos son solo algunos de los consejos más recomendables para mantener la calma y que el estrés al volante no pueda contigo. Recuerda que tú eres más fuerte que un atasco o que el miedo a conducir, respira y relájate.
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