Lluvia y visibilidad: 10 consejos para evitar accidentes

Que la lluvia afecta a la conducción es un hecho conocido desde los inicios de la automoción; ya en 1903 Mary Anderson patentó los primeros limpiaparabrisas. El mayor número de accidentes invernales se producen con lluvia, con cifras muy por encima de la siniestralidad con nieve, niebla, granizo o viento.

Según diversos estudios*, el riesgo de sufrir un accidente cuando llueve es un 70% superior y se produce mientras está lloviendo, no cuando dejan de caer gotas pero el asfalto sigue mojado. Una de las teorías que explican este fenómeno es que los conductores compensan el riesgo de derrapar asociado a una carretera mojada, pero no por la menor visibilidad debida a la lluvia. De esta forma, es la reducción de la visibilidad, y no la menor adherencia del asfalto, la principal culpable de la siniestralidad en lluvia.

Por eso, desde Carglass® España ponemos en marcha una nueva campaña en la que regalamos un juego de escobillas Bosch en cada reparación o sustitución de parabrisas. Esta acción, que realizamos desde el año 2013, estará vigente del 18 de octubre al 22 de noviembre, época en la que suele haber grandes precipitaciones en nuestro país.

Fiel al compromiso de Carglass España con la seguridad vial, esta campaña la fomenta por partida doble. Por un lado, unas escobillas en mal estado afectan a la visibilidad en caso de lluvia y pueden provocar un accidente. Por otro lado, se facilita que todos los coches circulen con el parabrisas en perfecto estado. 

¿Cómo afecta la lluvia a la visibilidad?

Hay tras grandes grupos de factores que explican cómo la lluvia afecta a la visibilidad en la conducción. En primer lugar, cuando llueve hay menos luz ambiental y las gotas de agua en el aire reducen la visibilidad horizontal, definida como la distancia máxima a la que un observador puede distinguir un objeto.

En segundo lugar, la lluvia modifica drásticamente el entorno visual de los conductores, especialmente de noche. Filtra parte de la luz de los faros y reduce las zonas iluminadas; cambia la luz que se refleja sobre la carretera (el asfalto se ve más oscuro), reduce las propiedades reflectantes de la pintura de las marcas viales, disminuye el contraste entre los objetos y su fondo, y cambia la percepción visual de ciertas superficies.

Pero el efecto más peligroso de la lluvia es que afecta la capacidad del conductor para ver a través del parabrisas. Según el estudio de Andrey y Knaper * la visibilidad reducida bajo condiciones de lluvia se debe principalmente a la perturbación visual en el parabrisas, más que al efecto atmosférico en sí. Las gotas de agua en el parabrisas distorsionan la luz y reducen el rendimiento visual del conductor. Incluso con los limpiaparabrisas en funcionamiento, la falta de uniformidad de la capa de agua sobre el cristal explica la mayor parte de la reducción de la visibilidad. Este efecto se multiplica si el parabrisas sufre desperfectos (impactos, grietas, arañazos…) y si también se ha manchado con el barro y grasa que suele haber en la carretera. Todo ello aumenta la carga mental del conductor y hace que dirija la mirada a puntos más cercanos de la carretera, lo que produce una menor capacidad de anticipación a las situaciones de la conducción.

10 consejos de visibilidad en lluvia que evitan accidentes

  1. Mantener el parabrisas en buen estado, sin daños y limpio. Un cristal sucio por dentro hace que se empañe con más facilidad y que sea más difícil de desempañar. Esto también es importante en las ventanillas laterales, que nos permiten ver a través de los retrovisores exteriores.
  2. Tener en perfecto estado las escobillas de los limpiaparabrisas, para que limpien toda la superficie en la que actúan y no dejen peligrosas rayas y restos de agua, que entorpecen la visión y provocan deslumbramientos. 
  3. Cuando llueve, los cristales tienden a empañarse más rápido por las diferencias de temperatura y humedad. Lo más eficaz es poner la ventilación en su función específica (la que dirige el aire hacia el parabrisas), con al aire acondicionado y la recirculación, además de la calefacción. 
  4. Encender las luces de carretera para ver y ser vistos, no las largas, pues su reflejo sobre el asfalto mojado reduce la visibilidad. En condiciones extremas, activar los antiniebla traseros y no olvidarnos de apagarlos cuando el tiempo mejore, para no molestar a los demás ni recibir una multa. 
  5. “Leer” el asfalto para buscar charcos que puedan causar un aquaplaning, y también para detectar su agarre: un asfalto claro y liso que refleja como el cristal tiene menos agarre que uno oscuro y rugoso que no reflecta la luz. 
  6. Aumentar la distancia de seguridad, para encontrarnos con menos agua en suspensión levantada por el vehículo que nos precede y tener más tiempo de reacción ante un imprevisto.
  7. Fijarnos en las luces de los coches que nos preceden, pues nos ayudan a saber por dónde va el camino y si hay situaciones que les obligan a frenar. 
  8. Si la visibilidad se reduce hasta imposibilitar la conducción, parar en un lugar seguro. Hasta encontrar ese lugar, avanzar alternando la vista al frente con miradas más cercanas a izquierda y derecha buscando las líneas de la carretera.
  9. Estar atentos a los vehículos que nos rodean, sobre todo, camiones y autobuses, pues pueden levantar grandes cantidades de agua al pasar sobre charcos. Mirar bien hacia delante antes de adelantar o cruzarnos con ellos, para saber lo que va a pasar durante esos instantes en los que se pierde la visión. Si recibimos una de estas grandes salpicaduras por sorpresa (sobre todo, cuando vienen del sentido contrario de una autovía o autopista) no perder la calma por el impacto, ni por quedarnos “a ciegas”: hay que mantener la trayectoria y no dar frenazos bruscos, que solo durará un par de segundos.
  10. Aplicar un tratamiento repelente de lluvia en el parabrisas, como el que ofrece Carglass®. Está demostrado que los tratamientos hidrofóbicos mejoran la agudeza visual y que son particularmente beneficiosos de noche.

La importancia clave de la visibilidad cuando llueve

Según el estudio sociológico de la Fundación para la Seguridad Vial, FESVIAL ‘El parabrisas y su aportación a la seguridad vial’ los conductores españoles suspenden en visibilidad y limpieza. Y es que el 75% reconoce conduce o haber conducido con las escobillas en mal estado o con el parabrisas sucio y más de un 70% no realiza el cambio de escobillas con la frecuencia recomendada.

Desde Carglass® recomendamos revisar frecuentemente el estado del parabrisas y de las escobillas, que deben ser sustituidas, al menos, una vez al año; o incluso con mayor frecuencia si se realiza un elevado kilometraje. También recomendamos aplicar nuestro tratamiento antilluvia en el parabrisas. Está demostrado por diversos estudios que los tratamientos hidrofóbicos mejoran la agudeza visual y son particularmente beneficiosos de noche.

* ‘Measuring the effect of the rainfall on the windshield in terms of visual performance’ Frédéric Bernardina, Roland Bremondb, Vincent Ledouxa, Maria Pinto, Sophie Lemonnier, Viola Cavallo, Michèle Colomba (2014).

* ‘A Temporal Analysis of Rain-Related Crash Risk. Accident Analysis and Prevention’, J. Andrey, S. Yagar (1993).

* ‘Weather and transportation in Canada’. Ed. J. Andrey, C. Knapper. (2003).

*’Vision and Rain’ Kshitiz Garg And Shree K. Nayar (2006).

* ‘The application of hydrophobics to automotive glazing’, Sayer, Mefford, Flannagan, and Sivak (1997).

* ‘El parabrisas y su aportación a la seguridad vial’, FESVIAL (2017).

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