¿Estás pensando en tintar las lunas de tu coche pero te aterrorizan todas las leyendas urbanas que has escuchado sobre este tipo de cristales? Tranquilo… En este artículo desmontamos los mitos más populares que giran en torno al laminado de lunas y, al mismo tiempo, te ofrecemos una serie de consejos para evitar que algunos se hagan realidad.
Como verás por las calles de las ciudades y las carreteras, cada vez son más los vehículos que llevan las lunas oscurecidas. Lejos de ser una práctica peligrosa y simplemente estética, los cristales laminados ofrecen multitud de ventajas tanto para los ocupantes como para el propio coche. Entre ellas destacan por ejemplo una mayor protección frente al efecto del sol, más seguridad en caso de que el cristal se rompa porque el laminado evita que los trozos se desprendan, se reduce el deslumbramiento del sol y de las luces de otros coches, e incluso… ¡te ayudarán a ahorrar combustible!
No es cierto
1. Tendrás problemas para pasar la ITV
Desde hace algunos años, ya no es necesario pasar la ITV después de haber tintado las lunas debido a que no se considera una reforma importante en el vehículo, ni tampoco es obligatorio que se incluya en la ficha técnica del coche. No obstante, en la próxima cita que tengas para realizar la inspección, recuerda llevar la documentación que acredite que las lunas tintadas están homologadas. Del mismo modo, es bastante habitual que en la ITV revisen si los cristales llevan el sello correspondiente.
2. Vas a perder visibilidad
Aunque es cierto que al entrar en lugares cerrados se reduce en parte la visión al mirar por los cristales tintados, a la hora de circular no influyen en absoluto en la visibilidad del conductor. Hay que recordar que en España está prohibido laminar el parabrisas y las ventanillas delanteras del conductor y del copiloto. De esta forma se asegura una correcta visión durante la conducción.
Además, en los cristales donde sí está permitido el tintado, nunca se puede elegir un nivel de opacidad que impida ver el interior del coche al mirar desde una distancia mínima.
3. La señal GPS no funcionará
Tintar las lunas significa colocar una lámina adhesiva en el cristal, por lo que podemos afirmar que de ninguna manera interfiere en el normal funcionamiento del GPS. En cualquier caso, debes asegurarte que el tintado se realiza, como hemos comentado antes, de acuerdo a una homologación. Esto implica que las láminas habrán pasado unas pruebas de laboratorio para certificar que reúnen los requisitos imprescindibles en cuanto a visibilidad y seguridad.
4. Se reducirá la efectividad de la luneta térmica
Siempre que el laminado de la luna trasera se haya realizado de forma correcta, los hilos conductores que producen calor para eliminar el vaho seguirán funcionando eficazmente.
En definitiva, para que las lunas tintadas cumplan su cometido es necesario que la instalación cumpla con unos estándares de calidad mínimos. De esta forma, se asegura que el adhesivo no pierda adherencia o que aparezcan burbujas.
Si llevas tiempo dándole vueltas a la idea de oscurecer los cristales de tu coche, en Carglass® ponemos a tu disposición láminas de primera calidad y homologadas que cuentan con una garantía de durabilidad de hasta 10 años. Recuerda que con las lunas del vehículo no se juega y, por ello, nada mejor que confiar en un taller especializado. Si te interesa, pide tu presupuesto aquí.